Índice

     

    Una foto con Historia, 12 de junio de 1984


    Llega tanto el amor ,la identificación y el significado que los toros de yunta y de pelea tienen en la vida de los criadores que uno de ellos, quiso conmovedoramente ,prolongar esta unión más allá de la vida, es decir, tener a sus toros presentes en su propia muerte y que ,ellos, lo transporten al mar de sombras de la eternidad.


    Don José Carpio Alarcón, natural de Characato, agricultor, criador de toros de yunta y de pelea, benefactor de su pueblo natal, como que obsequió el terreno donde se levanta hoy el Estadio Municipal que lleva su nombre, pidió a sus familiares, como su más preciada y última voluntad : "cuando muera que mi yunta me arrastre al camposanto".


    Respetando su deseo, el 12 de junio de 1984, una especie de cureña fúnebre jalada por una yunta, traslado su cadáver hasta el cementerio de su lar nativo, en medio de multitud que iba recordando las buenas obras de Don José y su inmarcesible amor por sus toros de yunta y pelea, cuando la yunta llegó a la alameda del cementerio de Characato, ocurrió algo curioso, el toro de la derecha dio tres mugidos como despidiéndose de su querido amo , en una conmovedora escena. ( Texto, Extraído del libro Surco Pasión y Gloria del Chacarero Arequipeño, de don Juan Guillermo Carpio Muñoz,  anécdota  descrita original e inicialmente en la Revista Menelik  de Juan Lazo).