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    El Tuturutu






    Personaje emblemático de Arequipa, desde el siglo XVIII. Fue testigo de muchos sucesos históricos que tuvieron como escenario la plaza principal de la ciudad.

    la traza inicial de la ciudad de Arequipa en 1540 fue cambiando con el paso de los años. Sus primeros edificios construidos de sillar fueron destruidos por el terremoto de 1582, de manera que no podemos conocer las características arquitectónicas de esas primeras construcciones. La erupción del volcán Huayna Putina, del Valle de Moquegua, en 1600 y el terremoto que le siguió en 1604 también afectaron a la ciudad blanca, llamada así por el sillar empleado como elemento de construcción, apenas cuatro años después de fundada Arequipa.


    Los alarifes trabajaron el sillar con gran maestría, logrando conseguir un estilo propio. El arquitecto argentino Ramón Gutiérrez opina que el diseño arquitectónico de la ciudad no fue una réplica de España. Dice al respecto lo siguiente: "Quizás interese poco a esta altura la definición de las filiaciones arquitectónicas pero de todos modos es justicia reconocer la autonomía de la propuesta arequipeña, no solo res-pecto de las tipologías españolas sino también del resto de las propuestas peruanas".

    En el acto mismo de fundación se distribuyó la ubicación de los principales edificios públicos. Alrededor de la plaza principal se ubicaron el local del cabildo y la iglesia mayor de la ciudad. Los portales fueron construidos posteriormente, y su objeto fue proteger de las lluvias a los negocios allí establecidos. En el Portal del Cabildo estuvieron, por ejemplo, ubicados los escribanos.

    Entre el Portal de Flores y el arco lateral izquierdo de la Catedral circuló una acequia que para cruzarla se construyó un puente, que despectivamente se le dio el nombre de Pontezuela. "No se vaya a creer (decía el historiador arequipeño Guillermo Galdos Rodríguez) que era una puente de suela, como cándidamente pensó y creyó alguien. Por lo general en Arequipa llamamos la puente a la canalización de acequia y el puente al edificio para atravesar un río".


    En ese mismo lugar, el pregonero hacía públicas las disposiciones administrativas de la colonia, comunicando los bandos del Ayuntamiento y las ordenanzas del Cabildo. El historiador Ladislao Cabrera Valdez apunta que la Pontezuela "tomó su nombre de la pequeña puente sobre la acequia que por ahí pasa, era el sitio en que se publicaban los pregones, que eran los periódicos de la época".

    En el centro de la plaza principal fue colocada en 1735 una pileta de bronce, obsequio del obispo Juan Cavero de Toledo. Tiene tres platos ornamentales y encima un personaje controvertido por su significado. La polémica en torno al Tuturutu ha dividido las opiniones de los especialistas. Unos piensan que se trata de un ángel y otros de un guerrero. Lleva yelmo en la cabeza y tiene la ornamentación propia de un soldado español de la época. Aunque también parece la figura de un pregonero, que al son del tuturutú toca la trompeta para informar de algo a la comunidad arequipeña.

    La descripción más minusiosa  y real de la Pila colonial la trae don Buenaventura Antonio Fernández de Cordova y Peredo, conocido literaria y bibliográficamente como Ventura Travada y Córdova, autor de "El suelo de Arequipa convertido en cielo" suscrita en 1752, donde dice:

    " Se señorea una vistosa pila, cuya principal pilastra y demás adherentes son de bronce. tiene de altura 11 varas. Corónala un ángel por fama (actualmente como antes, se llama con el popular nombre de Tutututu), por cuya boca se eleva el agua en un altísimo penacho que , derramándose en rizos,la viste de hermosos rocíos, que descendiendo  en una concha los despedaza en perlas que, en transparentes cristales, los comunica por cuatro chorros a otra alberca mayor y de está por seis caños desciende a estancarse en la taza principal que , siendo de piedra de ala mosca hermosamente labrada, quiere competir al bronce de la pilastra en duraciones ; tiene una taza o estanque  , veinte y seis vegas en círculo, y vara y media de altura. en un círculo tiene nueve columnas de piedra de ala mosca de la que pende una gruesa cadena de fierro para mantenerla con limpieza y sin que s ele acerquen bestias al agua represada en el estanque.

    Exteriores a la cadena tiene también al contorno de la pila, cuatro pilones  de cal y canto vistosamente labrados , cada uno de ellos con cuatro caños , siendo por todo 27 los caños por donde se derrama esta peregrina fuente".

    La descripción es fiel, pues en época colonial y hasta fines del siglo XIX está pila y el Tuturutu, contaron  con la protección de nueve columnas  entrelazadas con una cadena de fierro. 

    Básicamente , la misma pila de bronce con el tuturutu , es la que actualmente se enseñorea en el centro de nuestra ahora Republicana  Plaza, pero con algunas modificaciones.   Historia de Arequipa  Guillermo Galdos Rodríguez. 



    Según un grabado a carboncillo del viajero francés Paúl Marcoy, el Tuturutu miraba hacia la catedral, hoy aparece mirando hacia el Portal de la Municipalidad. Esto dio origen a una serie de especulaciones respecto al cambio de ubicación del personaje de marras. Lo cierto es que esta figura de bronce fue testigo mudo de muchos acontecimientos en la historia de Arequipa.


    Vio la entrada de Pumacahua y sus huestes rebeldes a la ciudad en 1814. Fue testigo de excepción del fusilamiento de Salaverry en 1836. Asistió a la muerte del general venezolano Trinidad Morán en 1854. Alrededor suyo hubo concentración de masas populares durante los movimientos cívicos que protagonizó Arequipa en agosto de 1930, febrero de 1931, junio de 1950 y diciembre de 1955. Desde ahí escuchó perorar a los caudillos liberales Mariano Lino Urquieta y Francisco Mostajo.

    La pileta abasteció por mucho tiempo de agua a los habitantes de la ciudad. Los "aguadores" fueron en aquella época los encargados del suministro del agua a las viviendas. Gruesas cadenas alrededor de la pileta impidieron que los animales bebieran de la misma agua de uso doméstico.


    Hay un hecho histórico vinculado a la historia del Tuturutu que el historiador arequipeño Juan Guillermo Carpió Muñoz ha desarrollado con festivo humor en su obra "Texao". La anécdota lleva por título "De cómo fue a parar a la cárcel el más ilustre personaje arequipeño". Se refiere al Tuturutu, obviamente.




    En 1907, el alcalde Eleodoro del Prado y su cuerpo de regidores decidieron remodelar la plaza mayor de la ciudad. Como parte de esos cambios, la pileta fue desarmada y el Tuturutu llevado a la cárcel, que por entonces quedaba en la plazoleta de San Francisco. Nuestro emblemático personaje permaneció, así, por mucho tiempo, ausente de la ciudad. Luego volverá a ser rehabilitado públicamente, y desde entonces ha permanecido vigilante a los cambios económicos y sociales producidos en Arequipa.

    Las modificaciones que se le hicieron  fueron :  la taza d e piedra d e ala de mosca  fue reemplazada con la actual de granito  y se suprimieron  las columnas altas de piedra  y la cadena de fierro  que la circundaban . en cambio se ha agregado una concha inferior de mayor diámetro en reemplazo de la que ostentaba  los símbolos monárquicos que lució otrora. Los actuales con los escudos de la República peruana y de la ciudad de Arequipa.

    "Para hacerle esa taza mayor a comienzo del siglo XX, fue desarmada completamente la pila y en un canchón de la fundición de don Cayetano Arenas (ahora playa de estacionamiento de la calle  del Moral) , encargado del trabajo , permaneció largos años la pila y el pobre tuturuto  botados en el polvoriento  suelo, cual símbolo de promesas incumplidas. Pero un arequipeño bien nacido no puede ni debe permitir  que el ángel de bronce esté respirando  el polvo. como estorbaba en el taller fue trasladado al antiguo colegio de educandas, en el Fundo el Fierro , que por entonces oficiaba de Cárcel pública de varones....

    Cuando fueron fundidas las nuevas albercas de bronce , se armó la  pila y con el tuturutu como tiembre, volvió a engalanar la plaza Mayor".  Historia de Arequipa  Guillermo Galdos Rodríguez. 




    El esnobismo hizo que el concejo municipal de aquella época intentara cambiar la pileta de origen colonial. Se ignoraba, posiblemente, su valor simbólico e inmaterial. Afortunadamente, tiempo después, la idea de reemplazarla por otra pileta fue abandonada.

    Ángel o guerrero, lo cierto es que ha sido testigo y protagonista de muchos sucesos históricos, desde el siglo XVIII, en que se instaló en la ciudad.







    FUENTES:
    Juan Guillermo CARPIO MUÑOZ. Texao. Arequipa y Mostajo. Tomo IV. Imprenta La Colmena.
    Ladislao CABRERA VALDES. Documentos Primitivos del Cabildo. Arequipa, 1924.
    Mario Rommel Arce, Calles Puentes y Plazas de Arequipa.
    Guillermo GALDOS RODRÍGUEZ. Una ciudad para la historia, una historia para la ciudad. Arequipa en el siglo XVI. Primera Edición, 1996 diciembre.
    Ramón GUTIÉRREZ. Evolución histórica urbana de Arequipa, 1540 - 1990. Primera edición: Lima, 1992.